“Frente al desafío que significa el combate al cambio climático y el uso de la electromovilidad, por ejemplo, que requiere de tecnologías limpias y que éstas, a su vez, necesiten piezas o componentes de metales y minerales como el cobre, pero para producirlas necesitas toda una logística que sea sustentable, te ves enfrentado a una paradoja de qué es lo primero, por dónde empiezo el registro de la huella verde de mi actividad”, comenta el Ingeniero Civil Químico, Javier Ramírez, CEO de Green Leader Environmental & Sustainability Services, añadiendo que esa paradoja se resuelve a través de la Economía Circular, donde uno de los grandes objetivos hacia los que debe avanzar la industria de la minería es la gestión de sus residuos, siendo ello el factor decisivo para que efectivamente hablemos de transición verde.
Agregó que el sector minero comenzó esta cuadratura del círculo a través de dos de sus insumos estratégicos: la energía y el agua, y es en estos ámbitos donde es posible apreciar importantes avances en la industria, con un uso cada vez mayor de energías renovables y de aguas recirculadas, que han bajado progresivamente el consumo de agua continental reemplazándola por agua de mar.
En abril pasado, la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) dio a conocer el estudio “Proyección del Consumo de Agua y Energía Eléctrica en la Minería del Cobre al año 2032”, iniciativa que desarrolló junto a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile, donde se proyectaron los avances que se darán para los próximos 10 años, que en el caso del consumo del consumo de agua se estima una demanda de agua de 20,9 m3/seg, de los cuales 68% provendrán de agua de mar y 32% de aguas continentales. En relación a las energías renovables el estudio señaló que el 44% del consumo eléctrico minero es abastecido de fuentes limpias y que en 2025 se espera llegue a un 62%.
“La Economía Circular –explica Javier Ramírez- tiene que ver en esencia en cómo yo uso mis insumos, cuán eficiente soy en su utilización, y cómo gestiono mis residuos, pero también se vincula con cómo me relaciono con toda la cadena de valor que está asociada a mi actividad productiva. En el caso de la minería, conocer cómo opera mi negocio, los proveedores, saber si ellos son también sustentables, cuáles métricas utilizan, cómo gestionan sus propios residuos, y así un sinfín de variables que se van entrelazando, pero con un denominador común que es la sustentabilidad a lo largo de toda la cadena”.
A los insumos estratégicos del agua y la energía –prosiguió el CEO de Green Leader- en este tránsito hacia la sustentabilidad, la minería ha debido ampliar la gestión hacia sus residuos masivos o relaves, por un lado, y, hacia los residuos como los plásticos, madera, chatarra, y textiles, por otro, además de los residuos peligrosos e industriales, que deben tener un manejo y disposición especial.
“Y es en esto donde nos hemos especializado como proveedores, diseñando e implementando proyectos innovadores y soluciones tecnologizadas, con enfoque de Economía Circular, para que las compañías puedan alcanzar objetivos de desarrollo sostenible y adaptación al cambio climático en sus procesos, para que mejoren su productividad sin perder competitividad. Actualmente, tenemos proyectos de Economía Circular en desarrollo en la Región de Antofagasta, y lo interesante de esto es que ellos, además de la circularidad de sus residuos, han incorporado otro de los servicios nuestros que es el ‘sistema web control en línea para la trazabilidad de residuos peligrosos y gestión de activos’, mejorando de forma importante sus métricas y la reportabilidad”, indicó Javier Ramírez.
El sector minero en general tiene claridad que el avanzar hacia la Minería Verde requiere de soluciones ambientales sostenibles, donde la economía circular juega un papel central. La minería está llamada a volverse sustentable a lo largo de toda la cadena productiva, más aún si se proyecta un crecimiento exponencial a nivel mundial por mayor demanda de cobre, para los próximos 20 años, entre 600% y 900%, por lo tanto, lo primero es reciclar mucho más para tratar de recuperar metales que ya extrajimos y que hoy se desechan al botar dispositivos electrónicos, por ejemplo, y, lo segundo que el sector se consagre como Minería Verde.
Lo anterior, se explica a partir de los datos proyectados por las Naciones Unidas, que estima que al 2050 la población mundial llegará a los 9.500 millones de personas, (hoy somos 7.900 millones) y ese aumento de población mundial requerirá al menos 3 veces más productos y servicios de los que demanda hoy, tanto en casas, transporte, energía, alimentos, y agua, entre otras necesidades básicas e insumos para un buen vivir.