Recolección y valorización: la meta REP que tiene fecha de partida
Reciclar y reusar, dar valor al residuo como un recurso, será un nuevo mandamiento que la industria deberá incorporar, comenzando por identificar en profundidad cada una de sus etapas productivas o de consumo, y a partir de ello, aplicar las nuevas estrategias.
Este año se cumplieron 5 años de la entrada en vigencia de la Ley 20.920 de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), y desde este año también –vía Decreto N° 12 del Ministerio del Medio Ambiente (MMA)– comenzó a correr el tiempo para que las empresas que están reguladas por esta normativa comiencen a cumplir las metas de recolección y valorización de envases y embalajes, plazo que tiene ya una fecha definida de exigencia: septiembre del 2023.
En efecto, los productores que incorporen anualmente más de 300 kilos de envases y embalajes al mercado deberán hacerse cargo desde el inicio hasta el final de estos residuos, financiando su recolección, transporte, almacenamiento y valorización. Se calcula que son más de 14 mil las empresas en nuestro país que están afectas a estas metas REP.
2 millones de toneladas de residuos
Un escenario que no es desconocido para los productores nacionales, quienes anualmente –de acuerdo a los datos del MMA- generan más de 2 millones de toneladas de residuos de envases y embalajes, que se dividen en cinco materiales: cartón para líquidos, metal, papel y cartón, plástico y vidrio, cuya mayoría termina en rellenos sanitarios, y solo el 27% se recicla, lo que nos ubica muy por debajo de las tasas promedios de reciclaje de los países OCDE.
Los desafíos que se colocan a los productores a partir de la entrada en exigencia de este decreto son ambiciosos y deberán irse implementando –a través de un sistema de gestión- de forma gradual entre el 2023 y el 2035. Es así, por ejemplo, que en los casos de la recolección y valorización de residuos de envases y embalajes no domiciliarios, se entenderá que la industria ha cumplido en el momento de su valorización, ¿pero qué significa esto en concreto?
Valorización
La valorización debemos entenderla como el conjunto de acciones que buscan recuperar un residuo, uno o varios de los materiales que lo componen y/o su poder calorífico; en otras palabras, es la información que el productor industrial provee al Sistema Nacional de Declaración de Residuos SINADER respecto de cómo ese residuo será reincorporado al proceso productivo como insumo o materia prima, o bien qué acciones adoptará para minimizar su impacto en el medioambiente cuando ya se trata de la disposición final.
En tanto, los consumidores industriales –figura que aparece como actor relevante- también deberán pronunciarse sobre las acciones que adoptarán sobre sus residuos cuyas opciones van, por un lado, en entregarlos a un sistema de gestión; o bien, valorizarlos por sí mismos o a través de gestores autorizados informando al MMA, quien asignará esta valorización a todos los sistemas colectivos de gestión de forma proporcional a las toneladas de la respectiva subcategoría, o generar un convenio con un sistema de gestión específico, asignándose esta valorización a este sistema en específico.
De acuerdo a los datos de SIANDER, en el 2018, los destinatarios de residuos declararon más de 13 millones de toneladas de residuos no peligrosos con un tipo de tratamiento final. De ese total, un 22% de los residuos tuvo valorización, porcentaje que está en el rango de la tasa nacional de valorización de residuos no peligrosos que se ha mantenido entre el 20% y 23% en los últimos años.
Desafío REP
El desafío REP está –comenta el CEO de Green Leader Environmental Services, Javier Ramírez- en la entrada en vigencia de las metas obligatorias de recolección y valorización de envases y embalajes a partir de septiembre del 2023, y si bien las exigencias serán graduales hasta el año 2035, se requiere de un trabajo muy articulado entre los distintos actores que convergen en un mismo territorio, especialmente, si se considera en el análisis las distintas realidades que se dan entre las regiones que tienen una mayor cantidad de actividad industrial y mayor población.
Es el caso –prosiguió el Ejecutivo de Green Leader- de los residuos no peligrosos a nivel nacional donde el 53% son de origen industrial, el 44% municipal y el 2% de las plantas de tratamientos de aguas servidas. La región de Antofagasta se ubica en el tercer lugar a nivel país en cuanto a la generación de residuos industriales, con un 12% del total nacional y la Región Metropolitana a la cabeza con el 34% del todo. En tanto, a nivel de residuos municipales (viviendas), la Región de Antofagasta se ubica en cuarto lugar, con algo más de 2 millones de toneladas anuales, después de Biobío, Valparaíso y la Región Metropolitana que reportan más de 8 millones de toneladas en total.
Caso aparte y también importante de considerar –explicó el CEO Javier Ramírez- es la posición de Antofagasta en cuanto a los residuos peligrosos, pues a nivel país es la Región que genera mayor cantidad de desechos de esta naturaleza con un 38,4% debido fundamentalmente a la actividad minera.
Frente a este escenario -señaló- la Región de Antofagasta y la zona norte en general, requerirá del desarrollo de importantes sistema de gestión de residuos no peligrosos que logren plasmar de forma efectiva los objetivos de la valorización, especialmente, aquellos de origen industrial, por lo que el desarrollo de nuevos procedimientos para el reciclaje y la reutilización de los residuos al interior de los procesos industriales es clave para el buen cumplimiento de la normativa medioambiental, por un lado, y de impacto para las estrategias de negocios, por otro.
“Reciclar y reusar, dar valor al residuo como un recurso, será un nuevo mandamiento que la industria deberá incorporar, comenzando por identificar en profundidad cada una de sus etapas productivas o de consumo, y a partir de ello, aplicar las nuevas estrategias”, comentó Javier Ramírez, CEO de Green Leader Environmental Services Antofagasta.
Antofagasta, 22 noviembre del 2021